Había una vez un bebé que nació en una pequeña ciudad del Centro de España. Desde muy joven este niño siempre destacó por su diligencia y perseverancia en todas las tareas que realizaba. Creció en una familia modesta. Tan humilde que a los doce años tuvo que iniciarse en el mundo laboral al mismo tiempo que estudiaba en su tiempo libre. Las dificultades del momento no le impidieron soñar en grande y trabajar duro para lograr sus objetivos.
A medida que crecía, se dio cuenta que tenía una pasión por el negocio y la gestión empresarial. Comenzó a estudiar todo lo que podía sobre negocio y empresas, leía libros y asistía a conferencias. Pronto, comenzó a hacer formaciones para iniciar su negocio de administración de fincas y asesoría laboral y fiscal.
Años más tarde, decidió trasladarse a Tarragona, una ciudad costera situada en la Costa Dorada, en el noreste de España, donde fundó la empresa que posteriormente daría nombre a la actual Casa Nostrum Property Management.
Después de años de trabajo arduo y dedicación, este joven emprendedor se dio cuenta que el sector que le gustaba era el inmobiliario. De ahí empezó a invertir en bienes inmuebles y a construir su cartera de propiedades. Decidió que era hora de llevar su pasión al siguiente nivel. Con su conocimiento y habilidades únicas, pronto se convirtió en la empresa de referencia de Tarragona.
La empresa destacó por su ética empresarial y su compromiso con la sostenibilidad. La comunidad apreciaba al joven emprendedor por su visión y su liderazgo y su empresa continuó prosperando año tras año.
Este joven empresario se casó y logró formar una gran familia con tres hijos. Los tres hijos siempre estuvieron interesados en el trabajo de sus padres. Desde que eran niños pasaron mucho tiempo en el negocio de los padres, aprendiendo los entresijos del negocio. Cuando crecieron, los tres hijos decidieron formar parte del negocio familiar y la empresa se expandió. Por un lado, se formó un buffet de abogados, los cuales empezaron a asesorar y ayudar a clientes en temas legales. Por otro lado, el hijo menor decidió colaborar en el sector inmobiliario y durante años estuvo aprendiendo de su padre. El joven entusiasta y lleno de ideas comenzó a pensar en como podrían expandirse y llegar a un publico más amplio. Comenzó a investigar en línea y asistir a congresos inmobiliarios para aprender más sobre la industria.
En un congreso que se celebró en la capital catalana, se encontró con un antiguo compañero con el que habían coincidido años atrás en otras formaciones. Ambos eran emprendedores y apasionados del mundo inmobiliario y decidieron juntar sus caminos.
Con un duro trabajo y con contactos expandieron el negocio por toda la costa Dorada y hacia el interior, abarcando toda la provincia de Tarragona. No solo expandieron el negocio, sino que también lo modernizaron. Introdujeron nuevas tecnologías y procesos y renovaron la imagen de la marca para que fuera mas atractiva y relevante para los clientes actuales.
Con su pasión y compromiso se aseguraron que el negocio estuviera en constante evolución y crecimiento.
Hoy en día el negocio familiar se ha convertido en un negocio ejemplar, de éxito en toda la zona y es uno de los mas respetados de la provincia.